domingo, 25 de marzo de 2012

Escéptisismo ¿Error humano?

Este es un pequeño trabajo practico que le hice a una amiga para su facultad...La muy vaga no quería escribir y yo me digne a hacerselo pero lo disfrute.
Lo intitule
Escéptisismo ¿Error humano?

De repente me vi corriendo en aquel hospital, sinrumbo y sentido, tampoco motivo. Simplemente corría hacía la puerta, y por arriba de ella veía que el cartel de ‘’exit’’ en verde opaco cada vez se acercaba más y más. Llegando al punto de extender su luz y cegar mis ojos.
PAM. Alejandra cae de su cama. Otra vez aquel extraño sueño se interrumpía por el ladrido de Astro, su molesto pero adorable Caniche de color blanco y con manchas marrones.
Luego de mirar el reloj por segunda vez; ya que la primera vez no creyo que era esa hora; corroboró que sean las 6:07 A.M. Alejandra se levanto casi a ciegas de su cama y se dirigió sin siquiera prender las luces, hacía la cocina. Tomo la comida de Astro y la puso en su pote, en cuál ya estaba lleno hasta el tope. Astro simplemente quería cariño.
10:03 A.M. Alejandra vuelve a levantarse de la cama, no de dormir, esta vez solo de estar acostada y mirar el techo mientras acariciaba a Astro.
El teléfono que estaba ubicado en la otra punta de la habitación (Siempre que sonaba interrumpía algo y Guillermo, el esposo de Alejandra, parecía no tener ganas de mover aquel aparador más cerca de sus camas) sonó. Era Guillermo con malas noticias.
Guillermo: Llegaré tarde, así que tendrás que tomar el Avión tu sola.
Alejandra: Pero Guille, me prometiste que.- (Interrumpe Guillermo).
Guillermo: Si lo sé mi amor, lo siento si? No puedo hacer otra cosa. Me tienen atado al laburo hoy. Toma el avión con los chicos vos. Y llevalo a Astro, acordate que Mamá se pone de molesta cuando no lo llevamos. No sé porque lo quiere tanto, es un simple animal.
Alejandra: Sabes que desde que murió papá (Se refería a su suegro como padre) se siente más que sola. No se lo dejo porque yo también lo quiero a Astro, pero le hace bien verlo debes en cuando.
Guillermo: A veces pienso que le da más pelota al perro que a nosotros, pero si decís. Te amo, tengo que irme…a y perdón.
Alejandra: Yo también, Adiós.
Ese día Alejandra empaco tan rápido que el tiempo apenas corrió en su mente. Baño y cambio a sus 2 hijos menores y espero justo afuera de su casa, al lado del remis, a su hija que siempre tardaba en plancharse su largo pelo.
El remisero tomo una cuadra de piedra, por lo que estaban llegando 10 minutos tarde al aeropuerto. Eso no impedía que viajasen, simplemente Alejandra era extrapuntual…Lo que quiero decir es que siempre llegaba más que antes.
Al llegar, el hombre ni mosqueo en ayudarles con el equipaje. Un hombre de maletas rosadas que pasaba, con grandes lentes, se compadeció y ayudo a la familia con las maletas. Resulta que el hombre viajaba en el mismo avión que ellos.
Duras eran las sillas dónde ese día se sentaron, el aeropuerto estaba lleno, pero la casualidad es que la mayoría de las personas se dirigían hacia Buenos Aires. No era normal que tanta gente viajase hacía allá, era un pueblo tranquilo ¿Por qué agitarse con la tan peligrosa Ciudad de Buenos Aires?.
Anunciaban vuelo tras vuelo, pero el suyo parecía estar al final de una larga fila de gente por viajar.
Alejandra empezaba a tener nervios y ansiedad. Mientras que sus 2 hijos menores dormían acurrucados en unas sillas y unas señoras los veían con ternura. Y su hija mayor, coqueteaba en secreto con un chico que cruzo por ahí.
Alejandra se acerco al gran y largo aparador del aeropuerto para consultar la hora del vuelo y obtener una rápida respuesta: que duro 10 minutos ya que la encargada estaba ausente.
El vuelo se atraso media hora, le respondieron. Pero de esa media hora ya habían pasado 20 minutos, por lo que esos últimos 10 eran más que interminables para la familia que iba a Buenos Aires a ver a su abuela junto con su perro Astro…Un segundo, y Astro?
Esa fue la pregunta que se hizo Joaquín, el hijo de 4 años.
Astro dónde estás? Reitero Marco de 5.
Oye, si, es verdad y Astro?. Esa era Gissele, su hija de 17.
Quien? Responde Alejandra, atónita por la noticia de la mujer del mostrador.
Astro? Quien es as…Dónde está mi perro?.
¡Nuestro perro! Responde Joaquín. Es el perro de la familia mamá.
Si lo siento hijo, lo siento. Responde Alejandra mientras se arrodillaba para buscar aquel pequeño perro que siempre se escabullía en rincones que encontraba.
Buscaron y buscaron pero Astro no aparecía por ningún lado.
Yo no me voy sin Astro; Dijo Joaquín.
Ni yo; Marco.
Yo menos; Sospecho que Gissele les siguió la corriente por el interés que le agarro al chico del aeropuerto, no quería irse de Salta.
Alejandra tiró una mirada de empatía mezclada con lastima.
No nos iremos de Salta. Respondió muy segura de si misma.
El perro había quedado en su casa, encerrado pero a Salvo. Y la familia aún más ¿Por qué? ¿Recuerdan aquel señor de maletas Rosadas? No era lo que parecía...no señor, aquella persona era una muy mala. Intentó cosas en el avión, no sé si es correcto contarlas pero mucha gente resulto herida y hasta salió en televisión…Relataba Alejandra de 30 años, salteña y con una vida por delante a su clase. Se convirtió en maestra 3 años después de aquel extraño suceso que les termino por salvar la vida; ese día el perro estaba muy inquieto, mordía los tobillos de los niños y se interpuso en el camino de ellos cuando quisieron salir. Pero como los humanos son tan escépticos, lo ignoraron.
Tal vez estaba escrito que Guillermo llegase tarde del trabajo y tal vez estaba escrito que la familia no pudiese viajar en ese Avión…La semana siguiente, la madre de Guillermo vino a visitarlos a Salta y pasaron un lindo fin de semana en familia.


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Y aquí nos despedimos.

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